martes, 25 de febrero de 2020

Servidores públicos


#odiseasposmodernas

#OPINIÓN/Esdras Camacho

¿Servidores públicos?
¿Servidores o no?

Los servidores públicos y los funcionarios públicos se distinguen solo en el nombre, su actividad es ofrecer ayuda al cliente.

En los currículos que se presentan hay un renglón vacío que de la inspiración propia el que pretende emplearse debe llenar y dice: ¿Cuál es su finalidad en la vida?, la respuesta obvia es servir con amor, eficiencia y eficacia.

Se espera que cada sujeto en la sociedad sirva a sus elementales principios de origen, es decir el escribano escribe, el jardinero poda, el músico interpreta, el servidor  y el funcionario sirven y funcionan, pero en los últimos casos no se cumple con lo esperado.

Los servidores y funcionarios prestan un servicio al gobierno  su misión es dar resultados óptimos y ser intermediarios resolutivos entre la instancia que representan y el ciudadano interesado en beneficiarse de los programas institucionales.

Constitucionalmente el deber del empleado de gobierno es mejorar el funcionamiento de la sociedad, más no obliga a ser atentos, amables y humildes.

Hay gente incompatible con el servicio no sienten empatía por el otro y creen ser superiores a quien demanda ayuda.

En la práctica un porcentaje alto de trabajadores de cualquier institución son desconsiderados, incompetentes y negligentes, saben que están actuando equivocadamente y justifican esa actitud amparados en el bajo sueldo que se les retribuye por el gran servicio a la empresa que pertenecen.

Ese daño genera molestia y a su vez rencor, pues la víctima o persona afectada califica el mal servicio con tal enfado que piensa que toda la empresa está en contra del bienestar de la mayoría. Lo anterior va sumando una ola de malas interpretaciones que a su vez es una desgaste de energía para el que no sirve como empleado, como para el solicitante que tampoco resuelve su petición.

Motivo de parodias, bromas y sketches televisivos son el comportamiento impropio de quienes desdeñan la necesidad del otro.

La gente se siente importante y si lo son, pero no más que el otro, es decir todos lo somos y si no aterrizamos en la realidad de que nos corresponde como humanidad ser útiles al otro y a uno mismo, equivocamos nuestro destino.

Las leyes de la física de newton nos dice, a toda acción corresponde una reacción, pues las reacciones que se generan al desatender la vocación es que como ola que castiga azote la consecuencia de la negatividad para todos, y así hasta el final de los tiempos.

La gran hazaña es tomar conciencia ahora.

La individualidad nos está llevando al abismo.

Nada cuesta pronunciar las palabras mágicas que son un bálsamo para el que los escucha, ¡Por favor y Gracias!.  Se puede servir escuchando el corazón propio y ajeno, uno que sirve con  alegría siempre obtendrá el agradecimiento del otro.

El sistema económico global se nutre de nuestra capacidad, y nos devuelve solamente una parte pequeña en forma de retribución monetaria, pero la dicha de ser amado y agradecido nos llena de satisfacciones más allá de las financieras, eso también es importante y necesario.

No es necesario el atropello ni la competencia, es la solidaridad y ayuda mutua lo que nos mantendrá enfocados en la sobrevivencia, en la supervivencia y en el progreso.

Todo en la naturaleza es combinación de energías, sucede algo si y solo si, hay algo que antes está gestándose… gestemos entonces un nuevo tipo de ciudadano, un nuevo concepto de servidor y funcionario, esos que si sirvan y funcionan, no porque les paga el gobierno, y si porque son sensatos y conscientes de que todos nos merecemos un buen trato, un trato que nos ayude a ser realmente sujetos dignos de vivir y servir, porque la vida toda se trata de servicio.


#Motozintla Chiapas
25/02/2020


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