viernes, 11 de noviembre de 2011

Puntualidad Española

La primera de las canciones del cantautor Joaquín Sabina, que yo escuché, fue la de “El boulevar de los sueños rotos”, el tema me ancló en el lugar donde yo me encontraba, que era el pasillo de la café San Marcos, a espaldas de la catedral Tuxtleca, la deliciosa mezcla de nostalgia y romance, me provocó algunas emociones que no supe interpretar, pero sabía que mi alma se regocijaba apaciblemente en lo sublime de una melodía. Compré el cassette en ese comercio informal, que ofrecía sus artesanías sobre un tapete de terciopelo en el suelo y lo escuché de pe a pa, en la soledad de mi cuarto de estudiante. “Siete crisantemos”, “Incluso en estos tiempos”, fueron otras de las piezas que me hicieron comprender que ese cantante sería mi preferido. En la universidad entre mis compañeros empecé a preguntar si conocían a ese compositor y cantante y me encontré que sí, aunque muy pocos, habían dos o tres, que opinaban que era un gran artista. Un día mi maestro de Literatura, Héctor Cortés Mandujano, lo citó en clase y yo esperé al final para pedirle si tenía más canciones de él, que me las compartiera, así fue como tuve la oportunidad de escuchar algunas otras, como “Así estoy yo sin ti”, “Eva tomando el Sol, “Mentiras piadosas”, y “Eva tomando el sol”, esta última, otra de mis preferidas. Se puso de moda por el año de 1999, cuando apareció aquella colección de Trovadores, un cd que antologaba canciones de Facundo Cabral, Pablo Milanés, María Dolores Pradera, Luis Eduardo Auté y otros, en una producción llamada Trovadores, fue entonces, en muchos de mis compañeros lo escucharon y me supongo también gran parte de la población chiapaneca.
Italia, mi compañera sentimental en aquella época era una estudiante en vías de ingresar a la universidad, sabía la letra de varias de sus canciones, estar a su lado y escuchar a Sabina era una gran aventura, mejor que la muerte chiquita. Las ocasiones anteriores en que Joaquín Sabina ha estado en nuestro estado para tener presentaciones, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas, incluso Tapachula, no había podido asistir, sobre todo por razones económicas, pero con ese asunto de que el trovador ha sido minado por las enfermedades y sus adicciones, se rumoraba, que quizá no aguantaría venir a Tuxtla otra ocasión, pues hasta podría encaminarse a mejor vida, chanze. Llegué a Tuxtla, luego de diez años de ausencia, y me instalé en un módico hotel del primer cuadro de la ciudad, el boleto marcaba las 20: 00 horas como inicio del concierto, así que tuve oportunidad de irme a reconocer algunos de los lugares en donde yo pasé la mejor de mis etapas, la de estudiante. El cine, la biblioteca del congreso, el parque jardín 5 de mayo, Plaza Cristal, etc. Ah, la universidad, sí, claro, mi alma mater, la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas.
Para no andar sufriendo con los pagos del conejobus, adquirí mi tarjeta, ya que es más sencillo, poner la tarjetita encima del lector electromagnético, automatizado. No es un buen servicio, se quejan cienes y cienes de usuarios, yo pensaba que nomás lo hacían por contagio o inercia de quejarse por todo, la gente malintencionada. Ahí hay un letrero con la leyenda de “Tuxtla al pie del cañón” y otro recuadro de “Gobierno de Chiapas, hechos no palabras”, en letras grandes dice, - esta unidad presta sus servicios de lunes a sábado de 6 de la mañana a 12 de noche, y los domingos hasta las 23: 00 horas. Ya cuando dan las ocho pe eme, andaba yo todavía afeitándome, quitado de la pena, cuando pienso ,y si es puntual ese cabrón del Sabina… pues no lo creo, si dice admirar tanto la cultura mexicana, algo ya se le habrá pegado, y digo no, si en cualquier parte citan a una hora, y comienzan si no una, dos horas después. Si don Sabina es puntual, aquí los del CONECULTA, se encargarán de retrasarlo, además, ha de haber quien cante algo antes de él, ¿no?, un telonero, un artista que abra el concierto. Salgo del hotel, a las 8: 20 pm, y pido el servicio a un taxi, que me informa que primero va a pasar dejando a un pasaje al mercado de los ancianos, yo en buen plan, le digo que no hay inconveniente, de todas formas, pues voy relajado. Pero mi sentimiento se transforma, gracias a las singulares calles de la capital tuxtleca, el tráfico lento y las rutas alternas, por cuestiones de saber qué cosa, nos tomó veinte minutos el llegar al destino.
Llego al Polyforum de las estrellas, y escucho la música de sabina, pero pensé que algún imitador, el telonero que les platiqué, hay aun gente afuera, hay puestos de playeras con imagen del cantante, bombines y discos. Cuando estoy en el lugar que me corresponde, veo al tipo, rejuvenecido, con voz de rayo, diría él mismísimo Sabina. Rejuveneciste Joaquinito, pienso, el acelerador que pisas, te jugó una broma, o me la está jugando a mí, la Paternina. Me emociona, lo veo y no lo creo, extasiado me entrego al placer de acompañar en este penúltimo tren, al buen Joaquín. Mi gran sorpresa, fue cuando de soslayo veo unos ojos que me recuerdan a Italia, las luces neon a veces y la oscuridad total en otras impiden que la visualice de cuerpo entero, solo sé que esos ojos me le recuerdan. . .pasa media canción más y… ¡Es cierto!, ¡Es cierto! Es Italia, la muy cabrona jija de su santa madre, y viene con su galón, digo con su galán. Ahhhh (suspiro doble, de por medio) a donde andarán aquellos ojos soñadores.
Ella también me ve, si me reconoce mi ignora, como lo sabe hacer quien no se despide, ni concluye la relación, simplemente como buena cabrona un día desaparece del mapa, que si la complutense, que si Ontario, que si la manga del muerto, che cabrona, nomás a secas. Pues ya todo era perfecto mi cantante preferido y mi musa inspiradora, aunque cercana, y muda. ( y lo peor, en brazos de otro) “19 días y quinientas noches”, “Princesa”, “Como un dolor de muelas”, “Noches de boda”. Ajúa, el público de pie, agradece el cantante ha cumplido y en que manera. Conciertazo. Pienso que a la salida, encontraré a mis ex amigos, viejos camaradas, compañeros de mil botellas, Joselito, Hugo, Marco, Paty, José Luis, Luis Felipe, Carolina, alguien que me dé un abrazo, en verdad me caería bien. Pero no, nadie, no hay nadie, dejo pasar más minutos y nada, pasa a lo lejos doña Italia, ya más demacrada que el propio Joaquín Sabina, y eso que es más joven que yo, y pienso: si estarías conmigo, eso no ocurriría. Solo Isaín, el amigo, voy a saludarlo y a tomarme una foto con él, me dice, ya son muchas vos, luego me vas a querer poner departamento. Jajajajajaja reímos. Luego miro el reloj, son las diez con veinticuatro minutos, y digo, lo mejor de este puntual concierto, es que alcanzaré a tomar el conejobus, y así ahorraré los centavos que no me sobran. Asi que al igual que otros, camino del polyforum, a la parada de Soriana, y a esperar en la fila, veo de nuevo la hora, son las 10: 40, si todavía pasa, así lo afirman pues los promocionales, el conejo bus vendrá, ya lo confirmó el gobernador. Umh, más vale reírnos, ahí estuvimos otros veinte minutos y nunca llegó, sabedor, de las repetidas mentiras de las autoridades, tomo un taxi y me embarco al centro.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Me hubiese gustado seguir siendo tuyo

No hubo más mensajes, ni un saludo, un "ven te necesito"--- supongo que el silencio el más claro de los códigos de que ya no hay interés, que nada atractivo, nada incita tu curiosidad. Me atemorizaba el dolor, y fue la crónica de una segunda despedida anunciada. Tengo un millón de suposiciones, y quizá tú también. Comprendo estás molesta, sólo que también eso ha de pasar, por suerte nada es permanente. Cada día, abría el correo para saber si habían noticias tuyas, aunque fuesen malas, y mira que cuando eran malas, si eran mayúsculas, tu estilo incisivo, corrosivo, mortal, no he visto reacción de enojo más colérico más que en las películas de donde aparecen heroínas como Juana de Arco, Elizabeth o Helena de Troya. Nunca hubo nada. Los días siguientes a no encontrarte ni tener señal tuya, me invadió una tristeza, un decaimiento físico y emocional, un no sé ni como me llamo, que dormía hasta pasada las trece horas... y me iba a donde tenía que estar con el ahogo a flor de piel, sin rendir, sin querer sonreír, sin que hubiese algo que me motivara. Hay un poema que dice, me dueles y me gusta que me duela, pero a mi no, a mi no me gusta dolerme de tu ausencia, en fin. Nunca pensé que sobrarían letras para aceptar tu adiós. Sé que no hay un lugar para mi, y querer pegarme a ti, como las rémoras a los grandes, es una aberración. Mala suerte, como dijera la canción otra vez a llorar por los mismos dolores. La emoción que me provocaste, fue de las más intensas, vale la pena, lo que venga, tu amor o tu desprecio, tu buen o mal recuerdo recuerdo, tu odio, incluso. El amor que me diste no estuvo equivocado, nunca pienses eso, fue correspondido y llenó mi vida, de un valor que no me alcanzaría el tiempo de agradecer. Superó toda experiencia. Corazón, ya que así me llamaste... Si existe Dios, que te dé larga vida, paz y salud. pd.- Está de más que lo diga, y sin embargo; AQUÍ ESTARÉ, POR SI ALGUNA VEZ, ME LEVANTARAS, (sería la gloria).

domingo, 18 de septiembre de 2011

Yo quiero que tú sufras como yo

Amo tus ojos, amo, amo tus ojos.
Soy como el hijo de tus ojos,
como una gota de tus ojos soy.
Levántame. De entre tus pies levántame, recógeme,
del suelo, de la sombra que pisas,
del rincón de tu cuarto que nunca ves en sueños.
Levántame. Porque he caído de tus manos
y quiero vivir, vivir, vivir.
(sABINES)




ESTE VIDEO NO TIENE DEDICATORIA.... ES SOLO UN BUEN VIDEO, ME CONMUEVE. SI ALGUNA VEZ, AMÉ ASI, LO HE OLVIDADO!.

viernes, 19 de agosto de 2011

si no te quisiera ...


Quisiera
Me llamaras un día y me dijeras lo necesario que soy, lo urgente que esté a tu lado, que no haya deseo de explicar algo, que no me explicaras, si no simplemente expresaras eso: no sabes la urgencia que siento de tener el placer, la dicha, la ternura, el éxtasis de tenerte cerca, el hecho de ser tu dueña, una vez más, muchas más, aspirar tu aroma, entonarte una canción no aprendida.

Imagino
Me llamas, y dices, no pienses que estoy acosándote, tampoco que estoy borracha, solo que no importa igual y si lo piensas, que me he acordado los ayeres vividos, tus abrazos, tus acciones, tus silencios, tus miradas, tu amor a veces intenso, otras apacible.

Me digo
Es verdad, existe el amor, aunque también existe el dolor, pero el dolor de amor no mata, aunque pareciese que si, la fantasía, la realidad, Dios, no lo sé, que bendición recuperarte.

Todo está tan bien
La satisfacción y el orgullo de vencer al tiempo, de burlarse del imposible, de no sentirse vulnerable, el mantenerse despierto tocado como por una varita de hada mágica, la certidumbre, de elegir bien, de saber que lo pasado es prueba de que hay entre tu y yo, algo más que amor.

La ley de la atracción
Sé que no hay fórmulas abstractas que se apliquen en concreto, es decir específicas, aún así, que bendición, pensar tanto en ti, sin que te empalagues, ideal amarte sin cansarse, haber soñado este resultado, si muero después de ver una vez más la belleza auténtica de tus ojos.

La diversión sin mortificación, la locura cuerda, las palabras artísticas, todo en armonía, la canción ¿quién eres tú?, ¿si no te quisiera?. Todo está vivo, todo es ahora, nunca mañana.

martes, 26 de julio de 2011

Y, TÚ ¿QUÉ ESTÁS ENVIDIANDO?




“Pasamos el tiempo envidiando a personas que no nos gustaría ser”
Jean Rostand

La actividad es: piense en la persona, o personas que envidia y por qué. ¿Si pudiese ser como ellas, sería más feliz? ¿Qué son, o qué tienen, que a usted le gustaría ser o tener? ¿Podría usted ser como ellas, o tener lo que ellas tienen? ¿Qué tendrá usted en su lugar?¿Qué es lo qué todo esto le hace sentir?.

Busqué el significado de ese término y me da que proviene del latín invidia, y se refiere al malestar por el bien ajeno y entre paréntesis dice que: “el sujeto que la siente, no desea mejorar su posición, sino que al otro le vaya peor”.

De acuerdo al mismo texto, el que padece este resentimiento, lo niega ante si mismo y ante terceros, aceptar que carece de algo es una posición que no asume con facilidad.

Ahora me toca responder.

El adulto que hoy soy, es el mismo niño que criaron mis padres y el mismo que vivió una situación de vulnerabilidad debido a las condiciones económicas de mi familia, mi papá no vivió con nosotros. A raíz de la separación conyugal sobrevinieron no una sino varias carencias, incluso afectivas, no obstante, tuve una como madre a una súper mujer que no lo recuerdo si de forma explícita o sobreentendida, transmitió el espíritu de aceptación en torno a lo que tuve o no en forma material y/o afectiva.

Quizá, no puedo con seguridad afirmar, deseé algo y lo deseé de tal manera que pudo provocarme un resentimiento, pero fue un sentimiento pasajero, además de que de adolescente decidí sepultar la mayoría de mis recuerdos infantiles, entendí también, a cierta edad, a los diceisiciete supongo, que si alguien poseía algo era el resultado de su esfuerzo o no, pero algún precio debía pagar.

Como la fábula aquella, ilustrada en un libro de primaria de tercer grado, en la materia de Español, del perro gordo y el flaco, el gordo está amarrado y la correa le ciñe el pescuezo, cuando se compara con el perro flaco, él le dice cómo le haces para estar tan bien, y el perro gordo contesta: presto mis servicios, guardo su casa y defiendo de los ladrones. Eso a primera impresión, hizo que el perro flaco envidiara esa situación, pero no fue así cuando se enteró que a condición de estar bien alimentado el perro gordo no podía nunca salir del lugar donde vivía, le dijo mientras se retiraba: “goza de tus bienes, todo lo que puedas y quieras, yo rehúso a estar como tú, si tengo que perder mi libertad”.

Quién sabe, a lo mejor los seres humanos venimos predispuestos a envidiar, y unos más predispuestos que otros, en lo que a mí respecta, tengo muy claro que de niño deseé con afán pocas cosas del vecino, y de adulto pues menos celos procuré tener, de tal manera en que ese resentimiento de carecer de lo que mi prójimo tiene, por más que hurgue en mi conciencia, no lo hallo.

Cuando comenté esto, bromeando dije, umh si, pensándolo bien, si le envidio algo a alguien, y ese alguien es Joan Sebastian, que talento para componer canciones y enamorar mujeres, que fortuna y que riqueza ha de poseer, salud, dinero y fama, pero haciendo un examen de ese comentario, es solo por tener que escribir algo, él ha tenido mujeres hermosas a su lado como pareja, de todas las edades, incluyendo a la guapa Maribel Guardia, pero también ha pagado un precio, con ninguna se ha quedado, de la salud, se recuperó milagrosamente de un cáncer, le han matado a dos de sus hijos, se le ha vinculado constantemente, con cárteles del narcotráfico y ha vivido otras muchas situaciones dolorosas, por lo que entiendo que no es feliz en un ciento por ciento, y que si yo tuviese lo que él tiene, tampoco yo lo fuera.

La filosofía que hoy practico, la he aprendido de hombres sabios que han dejado huella a su paso por este mundo, Ghandi, Facundo Cabral y Jesucristo, entre otros, todos coinciden en que los bienes materiales si no son un estorbo, son complementarios y nuestra dicha no debe estar en función de poseer todo, sino el de disfrutar con lo que somos, entiendo que no soy nada superior porque posea innumerables riquezas, si a costa de ello hay que pagar el precio, que podría ser ausentarme de mi familia, perder piso, enloquecer, etcétera, es por eso que cierro esta explicación, reiterando que como dijera un célebre filósofo Romano, Terencio: “Hombre soy y nada humano me es ajeno”.

No obstante a fin de vivir mejor mis días, pulo mi actitud deseando no enfermarme con la envidia.