El show debe de continuar.
Nuestra vida es una película de corta o larga duración. Una serie televisiva, tal vez.
¿Lo has pensado? Nuestra vida es una película, y... a veces casi siempre, tú diriges. En ocasiones sentimos que nos manipulan y en otras sentimos que nuestro libre albedrío fluye.
¿Quién escribe el guion y quién lo adapta?
Nuestra curiosidad nos lleva a explorar distintas rutas, tanteando las experiencias de aprendizaje que podrían servirnos ¿o no? más adelante, como en un parque temático.
La vida también es un reality, un programa de competencias para ganar un premio.
El reto de dejar el pañal o aprender a caminar es el primer episodio. Asistir a la escuela por primera vez es otro episodio impresionante. Mamá o papá te suelta la mano y te sumerges juntos en ese espacio llamado aula. Cuando le caes bien o mal a algún compañero de asiento, cuando te retan a ser el mejor en una actividad física, cuando no acreditas la asignatura por falta de puntos.
En mis primeros años, se me dificultó hablar. Recuerdo que decía mi segundo nombre porque el primero, al tener una sílaba trabada, me resultaba complicado. Otro desafío fue que me metieron en un equipo de básquetbol de puras estrellitas, donde yo no tenía nada que hacer. En todos los episodios ha habido momentos gloriosos y de fracaso, en los que al final o cierre no se entiende del todo el propósito, como si el que diseñó el juego nos tuviera saña.
Otro trauma fue el del desengaño amoroso; pienso que es uno de los más aleccionadores. Allí nace un romántico o un pesimista empedernido, y de ahí nos cuesta reinventarnos.
Adolescencia, juventud, adultez temprana y media, madurez y vejez: "la última prueba". Hay que avanzar. El show debe continuar. Los traumas se resolverán.
El reto es complicado. En medio del caos tiene que aparecer la belleza, lo inefable, lo misterioso, lo sublime, y que unos rompecabezas, las sagas congenien, que se embonen armoniosamente, porque como sabrás cada cierre de temporada debe ser magnífico.
Hay desafíos como la enfermedad, la soledad o la muerte, ahí debemos controlar el miedo y vencer para avanzar.
Mientras hay vida, hay nuevos episodios; tú puedes seleccionar las enseñanzas con las que te quedas. Cada temporada cuenta con episodios álgidos, momentos intensos, de confrontación con el mundo o contigo mismo.
Un tip: cuando ganes o pierdas un desafío, velo como si fueras un crítico, un espectador, toma distancia, analiza las oportunidades, amenazas y fortalezas, y vuelve a la carga la siguiente vez.
¿Sientes o intuyes que estás en el final de una temporada? ¡Que sea sensacional el cierre!
Aunque nadie te lo reconozca, que tú digas, lo hice “A mi manera”.
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