#OdíseasPosmodernas
OPINIÓN/Esdras Camacho
¿Qué música te pone de buenas?
En el imaginario popular tenemos información sobre un
artista gracias a la extraña música que producía al tocar su flauta ayudó a
cambio de una recompensa a una ciudad (Hamelin) a liberarse de la plaga de
ratas…”Cuentan: todas las ratas salieron de sus madrigueras y comenzaron a
caminar hacia la extraña música que salía de aquella flauta. Una vez todas
estuvieron reunidas a su alrededor, el flautista las condujo fuera de la ciudad
hasta hacerlas caer en el río Wese”.
Esta historia es conocida como el flautista de Hamelin, y aunque
sea ficción nos explica el poder de la música.
El poder de la música ha inspirado comportamientos en el
arte y la vida real.
Ser melómano era un vicio muy caro en el pasado, el acceso a
la música estaba limitado solo a quienes poseían un aparato de sonido que
reproducía la música y por pequeño que fuera implicaba una inversión mayor.
En algunos pueblos de América para el disfrute de la
comunidad, alguna persona colocaba un altavoz que acompañaba los días de los
lugareños, así todos soportaban o disfrutaban del gusto musical del ciudadano
que hacía esto.
La música nos transporta a lugares insospechados, crea
ilusiones, configura un mundo fantástico.
Los compositores definen la personalidad de sus escuchas,
hay quienes sienten un llamado a la vida o a la muerte, hay también quien
filosofa y otros que solo echan a volar sus pensamientos.
En México por mencionar dos Agustín Lara –El flaco de oro- y
José Alfredo Jiménez han configurado los sentimientos hacia los otros con
profunda influencia en la personalidad de aquel que canta porque sufre y sufre
porque canta.
Trascienden a su tiempo y se conectan con los estilos de
vida de una gran mayoría gracias a esa inspiración obtenida en sus muy propios
momentos de ver y entender su realidad y su mundo.
Todos estamos deseosos de inspirarnos, y algunos sin ser conscientes de eso vamos oyendo en distintos lugares temas que nos motivan o conducen a la reflexión filosófica de los escenarios escuchados y la posibilidad de vivirlos.
La música nos eleva o nos sumerge, nos invita a vivir o lo
contrario, sus efectos son múltiples y muchos son también los que tienen
halagos para la música.
«La música es una revelación mayor que toda la sabiduría y
la filosofía». Ludwig van Beethoven.
«Los músicos no se retiran; paran cuando no hay más música
en ellos». Louis Armstrong.
«La música es la posesión de todos. Solo los publicistas
piensan que la gente la posee». John Lennon.
“La música es mi vida y mi vida es la música. Quien no
entienda esto, no es digno de Dios”. Wolfgang Amadeus Mozart.
Así las preferencias son variadas, cada generación tiene un
ritmo, la mayoría coincide en que la música de antes era mejor, esta es
solamente una opinión, porque ya sabemos el gusto, se rompe en géneros.
El rock es un género que genera bienestar y hace perseguir
el ritmo mentalmente, cuando nació fue un escándalo para la sociedad.
El sistema económico está apoyado en sus artistas.
La industria cultural
a través de los medios de entretenimiento han fabricado ídolos que arrancan los
suspiros tanto de hombres y mujeres en determinado tiempo, pero estos ídolos
obedecen a una misión: mantener distraída a la población.
Sociólogos y psicólogos han coincidido que lo todo lo que
leemos, vemos y oímos nos afecta, esta verdad develada no siempre es bien
aceptada ni asimilada.
Hay música que provoca recuerdos dolorosos y anima a ir en
búsqueda del martirio, pero hay también música que motiva al ejercicio y la
danza, la que se requiere para potencializar la adrenalina y la secreción las
hormonas cerebrales del placer.
La música así como sana, puede enfermar.
Y hay música para cada acción.
Para correr, para dormir, para ir en auto, para comer, para
caminar, para despedir a los difuntos, para recibir a los recién nacidos, para
escuchar de fondo mientras hay intimidad, hay tantos usos que son necesarios
experimentar.
¿A ti, que música te pone de buenas?
¿Has pensado por qué?
En estos momentos estoy escuchando un álbum que me trae
excelentes recuerdos de mi vida universitaria y hay como un manantial de
felicidad que fluye en el presente en conexión con el ser humano que fui.
Te lo comparto.
Bebimos y Vivimos - Real De Catorce - (Álbum:
"Cicatrices")
J
SALUD!
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