Mi hijo se ha rapado, se observa en el espejo, sin cansancio, descubriendo ese rostro serio, el de la imagen no es él.
Es y no es.
Se imagina ser promesa del box, se imagina ser el pirata, un belicón. Busca llamar la atención únicamente, su apariencia es un redondel. Le doy cuerda pero también le digo, "Prueba a reírte, el paraíso está en una sonrisa."
Se convence y me guiña un ojo, es la vida, una broma infinita.