jueves, 6 de junio de 2024

Si viviese a un lado del la biblioteca

 Hoy fui a la biblioteca pública. 


Tomé un libro, el autor habla de una relación de afecto y devoción con un integrante de su familia. Es un libro híbrido son poemas novelados. 


Se toma un libro como se come un taco de carne, mejor si tiene doble tortilla, abundante de todo. 


Voy a la biblioteca como el alcohólico cuando bebe su primer trago, o un fumador prende el primer cigarro. 


Si viviese a un lado de la biblioteca pública. 

Volvería en cualquier descuido a ella, como los chamacos antes la mesa de golosinas. 


Si viviese a un lado del la biblioteca. 

Pasaría de la regadera a la biblioteca, a  la cocina a la biblioteca, de la recámara a la biblioteca y de pasillo a pasillo y de regreso los otros sitios necesarios en una casa. 


Sabedor del más elegante y cortés lujo.

Impaciente tal vez a la hora en que las puertas se abren y se cierran. 


Divagar gozoso en senderos laberínticos, con capa, espada y rocinantes arribando a cielos de emociones sublimes. 


Contenidos, catalogados y ordenados los más intensos sueños de los artistas. 


Si viviese a un lado del paraíso.  

A un lado de la biblioteca pública.


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