A mí que me obsesiona
No estoy seguro de saber responder esta interrogante.
Siempre rechazo el absolutismo, he sido el al sentirse
atrapado es escurridizo, no por falta de valor, sino porque es más estimulante
andar laberintos que la superficie de las jaulas.
Me cedo, otorgo poder al otro, harían autopsia a mis
fortalezas y debilidades, fábulas apacibles y violentas.
En este carnaval todos están usando máscaras. Se confunde la
tristeza con la ira y se reprende la ternura.
Y si digo que me obsesiona la belleza, no será la respuesta
esperada.
Acostumbrados al Vis a vis dirán ¿Qué quieres? ¿Qué ambición
persigues?, ¿Qué te apasiona?
Tendríamos que beber la misma agua, sufrir las mismas
lágrimas.
Escuchar, observar, analizar más, ¿Representa algún beneficio
eso?.
Me río en mis
adentros y pongo mi rostro más sereno.
No hay consuelo para mí, apaguen sus veladoras.