miércoles, 28 de febrero de 2024

Las palabras que más me agrada oír.

 #OdiseasPosmodernas

 Esdras Camacho*

Algunas están acá: 


      “Buenos Días”

Los buenos días, es el inicio, la apertura, las ventanas, la luz. 

Yo no estoy contento si no lo escucho, el día no comienza, lo doy y espero recibirlo. 


     “Ven a comer”

La oportunidad de escucharlos, de verles, sentirles, acompañar a mis seres cercanos, es siempre bienvenida, me fascina el momento en puedo influenciar con mis comentarios y consejos, allí también se convoca la bendición del universo, es el núcleo que le da eje a mi universo. Me encanta cuando inician el ritual y pronuncian “En el nombre del padre, del hijo… y”. 


     “El gusto es mío”

Me agrada encontrar gente sensible, amable, empática, aquella que aun sin conocerte a profundidad, se ofrece. 


Tengo muy presente el hecho de que el mejor obsequio es el tiempo, que te lo regalen, presten con motivo o sin motivo es agradable, por eso, al principio o al final, siempre y cuando sea sincero me gusta que escuchar esa frase.


     ¡Vamos!

Me llena de inspiración quien se atreve a decir vamos, como promesa, como garantía de acompañamiento. A lo que sea, siempre que te digan vamos, puede ser especial lo que sea, uno no tendría porque tener temor si estás acompañado de alguien entusiasta, puede ser un paseo, a la biblioteca o un café, si vas, voy. 


     “Camarada”

Todos cabemos en el mismo barco y todos necesitamos de todos. 

Seres “luminosos” llamados sabios han predicado desde remotos tiempos que para alcanzar la paz hay que amar al prójimo como a uno mismo. Por eso tener compañeros, camaradas y amigos es la mayor de las riquezas. 

 

     ¡Te perdono, lo olvidemos! 

Hay que disculparse, sabedor de que somos torpes, cuenta le leyenda 5 minutos al día. Tropezamos al malinterpretar una acción, al ser incongruentes con la confianza depositada. 

Menos dramas, más humildad [por favor].  Me agrada escuchar y pronunciar también esas palabras. 


     “Amén”

Amén es una palabra maravillosa, porque me recuerda que es la respuesta a todas las pretensiones e ilusiones. La confianza de que sucederá, si debe ser. 


Amén aparece 30 veces en la Biblia hebrea.

Esta plegaria me ubica en el plano de la esperanza. Decimos Amén, muy pocas veces. 


No deberíamos dar falsedades en su pronunciación. Amén es “La verdad”. 


Que sea así.


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