jueves, 11 de abril de 2013

La siestecita


Toda mi vida he comprobado la eficacia de una buena siestecita.

Es algo normal en mi, y creo que muchos la practican.

¿Qué es la siestecita?

Según el dictionary Camacho's ilustrated, el descanso a medio día o media tarde, consistente en no menos de 30 minutos, esta siesta puede ser por el simple antojo del reposo o bien, debido al cansancio debido a la jornada laboral.

Mi padre acostumbraba acostarse a cierta hora en la cama de mi abuelo, llegaba puntualmente a las 3 de la tarde y no se iba hasta las 4 pm.

Comprobé más tarde que esa costumbre era exclusiva de los adultos, nada para adolescentes y niños.

La siesta puede darse en el sofá, en la hamaca, en una silla común, en la banqueta, bajo el árbol, sobre el césped, reclinado a cualquier pared, siempre y cuando la postura física la permita,  pero no hay como la recámara, esa que es acogedora y confortable.

A mi me daba un tanto de preocupación que fueran a pensar que yo fuese a acostarme a plena luz del día, sobre todo porque pudiesen pensar que estaba enfermo o de plano me gustase la pereza.

Ahora, en estos tiempos yo uso mucho ese hábito, disfruto mucho, no sé si recargo energía o no, me viene bien, y aprovecho los momentos que puedo. Es tan rico,... inspira  y  motiva.

¿Será que es mal hábito, será que es pretexto para ocultar  el desaliento, será síntoma de depresión?

En el carro, en la sala, en el estudio, ensaya: toma tu tiempo, piensa que es positivo, cierra los ojos, concéntrate en tu respiración, inhala, exhala, inhala, exhala, siente cada sonido lejano, escucha con atención cada sonido, no te afectan, están ahí y no forma parte de ti. Tú en lo tuyo.

Me pregunto, como le hace la gente que no  la toma, como hacer para tener tan buena pinta, me sorprende, lo admiro, pero no lo asimilo.

¿No se te antoja una dormidita?

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