lunes, 21 de enero de 2019

Mi nombre



Mi nombre en un primer momento no fue así como ahora, me llamé Milton Esaú, y me cuentan que mi padre se había quedado frustrado porque deseaba que su hijo tuviese un nombre distinto, el nombre que guardaba era Esdras, ignoro la razón exacta pero el hecho es que a la menor provocación se insinuaba que estaba inconforme con la decisión tomada.

Así que un día mi madre y adelantándose al futuro en caso de que mi papá cumpliese su deseo con otra familia propia o ajena, le dijo cuando yo ya tenía cuatro años, “Ve y pide en el registro civil que le pongan al niño el nombre que tu quieres”. Ni tardo ni perezoso fue a pedir de favor a la oficinista que era conocida y amiga de la familia la corrección que significó una enmienda con corrector en el libro de actas.

A partir de ese momento dejé para siempre de ser Tony, para ser Esdras Esaú.

Un día mis tíos dijeron, “no ya no se llama Esaú el niño, y, yo dije si me llamó Esaú, pero ya no Milton”

Muy pronto investigué el origen y la historia de ese nombre.

De acuerdo a las sagradas escrituras, Esdras es un cronista hebreo que redacta la historia de la destrucción y reconstrucción de un templo en Jerusalén. Yo supe de la importancia del nombre, pero también agradecí mi nombre pues no es cosa sencilla tener un nombre con tamaño linaje.

Cuando comencé a pronunciarlo hasta para mi era un tanto difícil, silabearlo, y algunos maestros decían, ¿mejor te digo tu segundo nombre, verdad?.

En la escuela me dijeron Esaú, hasta quinto o sexto grado, y en toda la secundaria hasta la actualidad soy conocido por el primer nombre.

Recuerdo me preguntaban el significado y solía dar una explicación bastante resumida, dícese del escribano o secretario del rey, de la tribu de los esenios, cerca de Persia en el mediterráneo.

En la Universidad un día solicitamos permiso para ausentarnos tres días de clases, mis compañeros Vladimir, Victor Hugo, cuando el maestro pidió nuestros nombres para autorizarlo en su lista dijo, ¡Jo burro!, puro nombre artista tienen.

Ahora con la explosión de las redes de la telemática veo que si pongo Esdras Camacho en el buscador me aparecen como cien homónimos, pero yo conocía pocos Esdras, la singularidad del nombre se debe a que es poco convencional, quizá por su sonido, quizá por su origen bíblico.

Tengo un familiar llamado Esdras Nehemías Roblero, un amigo de la Sierra que fue presidente de su municipio llamado Esdras Mehujael Roblero Gómez y mi hijo Halyl, al que mi esposa quiso ponerle ese nombre no solo por homenaje a mi, sino a su hermano que se llama Nabor Esdras Velázquez.

Esta es la historia de mi nombre, mi hijo quizá un día explique también el motivo de su nombre, pero … esa es otra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario