Eran las once de la mañana y el vapor de la tierra contrastaba con los rayos del sol que nos caía suavemente en rostro, descendíamos del barrio Campana, luego de disfrutar de la panorámica de la ciudad en las alturas.
Harvey, Rey Dober y yo veníamos inspirados… hay tantas razones para agradecer la casa que habitamos, nuestra casa, la de todos: “Motozintla y sus paisajes”. Las flores amarillas típicas de Noviembre bordean el sendero que caminamos.
Al llegar a la parte alta del Barrio Guadalupe, visitamos a doña Cristina.
- ¿De dónde vienen y que andan haciendo?, preguntó
- De caminar y hace un poco de ejercicio. Contesté.
Y me guardé la respuesta que quería dar.
- De ver y sentir la magia de nuestro pueblo.
Mientras bebía nos asomamos a su ventana, lo que vimos está en la foto. Lo que sentimos siempre será imposible de manifestar.
@esdrascamacho
No hay comentarios:
Publicar un comentario