viernes, 20 de marzo de 2015

Good for nothing...

El Buen humor que uno puede tener una mañana cualquiera es ocasionalmente provocado por una melodía  o un recuerdo, en mi caso ambas.


Son las nueve y treinta minutos, he ido antes a dejar a la escuela a mi hijo mayor, voy conduciendo un vehículo y me acerco al lugar en que esperaré a Vicky saliendo de trabajar, he puesto la misma melodía en el estéreo desde ayer a las 8 de la noche justo cuando salía del trabajo.


El arte por el hecho de serlo no necesita explicación ni justificación, eso me digo cuando intento traducir literalmente el tema  “Bueno para nada”, en México esa frase tiene una connotación de un ser despreciable por ser precisamente un haragán sin oficio. Pienso que transmitirá la letra, ¿cuál será el sentido?.

Imagino hacer un vídeo con esa música, en el que un motociclista vaya y venga paseando sorteando paisajes, contemplando lo que sucede a su paso, el viento rebota en su rostro, la despreocupación es su bandera, un bueno para nada que no lo arruina nada y tampoco hace daño a alguien.

Me gustaría hacer una descripción en forma elegante y real sobre el sonido, el ritmo, los acordes, la brillantez de la música y la voz de la canción “Good for nothing” de Solomón Burkle, la oigo otravez y descubro que aparece en segundo plano una guitarra eléctrica con ciertos riffings. ¿Está bien dicho?, que a pesar de estar en un bajo nivel se distingue y le brinda una armonía muy reposada casi en la tercera parte.

Cuando me gusta la pieza música prefiero escucharla diez veces diez, espero encontrar el hastío o la sublimación. Por supuesta la buena música no cansa. Recuerdo otra ocasión en la que también hice lo mismo con un tema del cantautor español Joaquín Sabina “Ahora que”… esa noche hacía un berrinche porque mi chica había salido a bailar con un ex novio, era el año 2000 y yo tenía 21 años.

Llegué a mi cuarto donde mi cama eran solo dos tablas juntas sobre cuatro tabiques cubierta apenas por un cobertor desgastado, yo hipnotizado por la letra de la canción, por ese sentimiento de confusión, de sorpresa, de desgaste inmediato. Ella tocó la puerta de la habitación, supongo que para reconciliarnos, yo no abrí. Ese tema se quedó para siempre asociado a la tristeza sorpresiva.

Ha pasado 15 años, ya no hago esos berrinches, tampoco otros, hoy estoy sereno, procuro estar ecuánime, relajado, integro. Me encanta el talento de Solomón Burke, un tipo que según veo en los vídeos del youtube canta sentado, seguramente por la poca movilidad de sus kilos, pero transmite tanta energía, su voz es cavernosa y sin embargo muy agradable. Este es el sonido de su blues, el rithym and blues y el rock.

Mientras me acerco, veo tres chicos en una moto  que, sonriendo me rebasan por la derecha, una pareja en la esquina escurridizos buscan estar cómodos para darse besos, los taxis, la gente que va, los que se cruzan, los que despiden, me digo ¿Qué es lo que nos queda ante la velocidad de la vida con sus ingredientes y sabores?.

 Naturalmente que la música.

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Release Date: March 22, 2011Duration54:36GenreR&BStylesCountry SoulDeep SoulSoulSouthern SoulRecording DateOctober, 2009

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