miércoles, 30 de octubre de 2013

Gravedad


Gravedad es la primer película que veo en #3D, las anteriores ocasiones, secundado por no recuerdo quien opinó que no valía la pena verla así, que no se disfruta pues hasta borrosa se mira.

Salí de dudas.

Para disfrutar de algo sin reservas hay que aceptar que será diferente.

Sabía muy pocas cosas de la película, únicamente que el director es mexicano, que los protagonistas son Sandra Bullock y George Cloney. .  . y que un ingenuo reportero de TV AZTECA, preguntó a su director. ¿Qué dificultades técnicas implicó filmar en el espacio sideral?.

Matt  se entretiene hablando de sus decepciones amorosas mientras Ryan reconstruye un aparato del transbordador, de fondo la música de Bob Dylan .

Ryan es la experta en reparaciones de satélites y mientras trabajan en el espacio son atacados por una lluvia de pequeños meteoros, lo que ocasiona el deceso de casi toda la tripulación, a excepción de dos,  Ryan, y Matt.

Al quedarse solos, uno con poco oxígeno y el otro con poco combustible en su movilizador, tienen que llegar a otra estación en donde abordarán una cápsula transportadora que los regresará a tierra, pero en el viaje se enfrentan a varios peligros, en los que al final Matt no sobrevive.

Un episodio emotivo es cuando Matt le pide a Ryan lo suelte, porque el peso de su cuerpo la detiene para su objetivo principal, allí  transmite la impotencia de decidir entre la solidaridad absurda o la salvación individual.

Siguen las tribulaciones que ponen a prueba el carácter, la habilidad y determinación de la protagonista.

Concluye cuando Ryan, desfallece rendida y se cuestiona el sentido de su vida, luego de una alucinación, Matt le anima a seguir hasta el final, pues lo sencillo es renunciar antes de agotar todas las probabilidades de éxito. Dice: Lo sencillo es ordinario, fácil decir no, total no se pierde nada, nadie en la tierra te espera, ni nadie llorará tu ausencia.

Hay escenas de acción y suspenso, el propio Cuarón dijo que la dupla Bullock - Cloney aseguraba un éxito total.

La película tiene buen ritmo es veloz; el argumento es simple, la trama sencilla, la anécdota corta: una mujer sola sin más apoyo que su instinto de supervivencia.

Las escenas me sorprendieron, los efectos en #3D me sorprendieron, en realidad es sensacional, la pantalla no está sobre la tela, la pantalla está flotante entre tus ojos y la tela de cine.

Me recordó que cuando surgió el cine, en algunas comunidades, la gente  de las primeras filas que estaba mirando el filme huyó despavorida cuando vio venir el tren en dirección a ellos. Es la magia del cine, es el sueño que pagamos para escaparnos un momento de la realidad que día a día vivimos.


El público conocedor critica varias cosas, algunos errores científicos, como que el cabello de Bullock flota en gravedad cero, cuando Clooney suelta la correa de Bullock, él se aleja volando. En gravedad cero, un solo tirón los llevaría juntos, entre otros, pero recordemos, uno va al cine a la fantasía, a la ficción.

Hay algo básico, hay una historia, una lección.

Debemos aprender a soltar, dejar ir, lograr encontrar fuerzas de flaqueza, inspirarse entre la tormenta, persistir hasta el último, encontrar aunque sea un motivo para ganar el derecho a la vida.

De eso se trata.

Si la recomiendo.

(Gravity, Estados Unidos/2013) 
Dirección: Alfonso Cuarón 
Guión: Alfonso Cuarón y Jonás Cuarón 
Fotografía: Emmanuel Lubezki 
Música: Steven Prince 
Edición: Alfonso Cuarón y Mark Sanger 
Elenco: Sandra Bullock, George Clooney y la voz de Ed Harris
Duración: 90 minutos 
Calificación: apta para mayores de 13 años

miércoles, 16 de octubre de 2013

Mi graduación


De los últimos actos que he convivido con  mi padre es el de beber una botella de tequila de a litro. 

Ocurrió no hace mucho, en Marzo del 2013, fuí a verlo, como casi siempre de relámpago, un cómo estás, buena tardes, hasta pronto, que estés bien. Pero, propuse una copa de licor papi, que tal que nos viene bien ahorita. 

No somos consuetudinarios, pero si nos hemos echado en ocasiones de solemnidad unos alipuces. Fuimos a comprarla, y así con algunas tazas de café, hablamos, hablamos mucho, yo quería que fuese un desahogo de ambos. 

Hoy nos hablamos desde nuestras trincheras como paterfamilias, él ha cumplido con suficiencia su papel y le he dicho, cualquier cosa que no hayas hecho, ya está superado. 

Me habla de sus recuerdos, de su esfuerzo por ser un buen hombre, de su filosofía: haz siempre que puedas lo mejor para todos, sin que tú resultes perjudicado. Hace un flashback a su adolescencia, a su hambre, a ese episodio en el que por diez horas nomás había comido algunas tortillas con sal, ese mítico momento del descanso a la sombra de un copal, cuando regresaba de un viaje, camino a Motozintla. 

Mi padre ha sido un hombre de gran serenidad, jamás le he visto se sobresalte por un coraje, es una persona que controla sus instintos, no lo disimula, los domina. 

Habla de lo bien que sintió que sus jefes lo consideraran un buen empleado, el empleado que fue la mano derecha y cómplice. Quién le facilitó un vehículo para que aprendiese a manejar y alimentó su ambición por tener su propio carro. 

Dice que a él siempre le llamó la atención pero no estaba en sus planes obligarse a tener uno, porque primero era su casa y su estabilidad financiera. 

He visto su temple en momentos de amargura, ha sido inquebrantable su templanza, en vez de lamentarse, pone manos a la obra, es un hombre práctico y quisiese contagiar a quien está a su alrededor de lo mismo. 

Yo aporto como voy comprendiendo a medida que pasa la vida, acciones que antes fueron incomprensibles. Le digo, no soy... no somos expresivos, pero cuentas con mi apoyo, agradecimiento y respaldo para todo lo que eres. 

Dice que mucho de lo que es lo aprendió de su padre adoptivo, Rodrigo Salomón Roblero Roblero, una persona de noble sentimiento y pocos sobresaltos.

Me dice que el tiempo pasa volando y si uno no es mesurado vivimos sin aprovecharlo, estando sin estar, han pasado me dice treinta y cinco años de tu llegada y como si nada, hoy eres también un señor. 

Reflexionamos lo que hoy somos, lo que nos hemos convertido, me dice agradece mi compañía. En cierto aspecto nos parecemos tenemos poco contacto con el mundo, nos rodeamos de muchos, pero en sí, no nos compartimos principalmente por diferencia de principios y valores. 

Hace un elogio también de mis hermanas, son exactamente lo que el deseó, personas de respeto. 

La noche avanza, el sonido la televisión no interrumpe, no hay botana, solo café y mucha platica. 

Me cuenta de un momento triste y que él no ha asimilado, dice mi amigo Jeiner era como de mi familia, fue como todo Roblero muy afectuoso, yo le seguí sus pasos, y aunque unos veinte años no supe de él, al reencontrarnos fue muy agradable, hace quince días me enteré falleció y eso si lo he sentido. 

Bebemos sin prisa y sin miedo, aún tuve consciencia de cuando nos servimos el último trago. Después me fue a dejar en mi propio coche, al otro día nos vimos muy en la tarde, él como si nada, y... yo malhayando el descuido. 

Esa fue mi graduación con él. 


domingo, 13 de octubre de 2013

Justine


No hay libro que me haya, a mis 17, inquietado más que Justine del Marqués de Sade, por aquellos días había leído a Bocaccio y era mi única referencia para con la escritura atrevida, por supuesto hoy persigo cada estilo narrativo que sorprenda, pues luego de leer este, un virus se apoderó de mi conciencia.

Para la época en que vivió su autor, la revolución francesa estaba en su apogeo, la mentalidad de la gente se cernía sobre el cambio radical en el poder. Sus escritos eran la peor aberración imaginada, su obra era su vida, llena de excesos de argumentos sólidos e irrebatibles que constaban la flaqueza del espíritu en la humanidad. La lectura de las obras del Marqués, la mayor parte decomisada e incendiada, fue objeto de desedeño y persecución, su pensamiento criminal, según la aristocracia, solo rendía culto a los vicios, a la herejía y a la subversión. Justine, es el relato de una niña que a los doce, queda junto con su hermana Juliette, huérfana, la mayor le encanta la vida alegre y ese modo le acomoda, la otra huye porque quiere ser honesta y honrada, en su soledad.

La ingenuidad hace que a donde vaya, confíe en personas distintas que sólo buscan mancillar su cuerpecito, siempre en contra de su voluntad, ellos le enseñan las artes amatorias, pero ella no cambia su pensamiento virtuoso. Con cada experiencia, huye y vuelve a toparse con perversos que le hacen toda clase de torturas acompañadas siempre de sexo salvaje en todas sus variantes. Al final de su corta existencia, reflexiona si no mejor le hubiera ido si desde un principio hubiera escogido ser una típica cortesana libertina.

El vocabulario del Marqués encuentra y propone los vocablos exactos para designar cada acción de sus personajes, la atrocidad es justificada aludiendo a ejemplos con la vida de los animales que son alevosos y agresivos, tal como los humanos a veces. El estilo narrativo de Justine, nos mete a escena, nos conduce a aceptar la fuerza de sus palabras, utiliza distintas indirectas pare evitar la monotonía al momento de nombrar los órganos sexuales, dándolos hasta cierto punto una tonalidad poética. Según otro, Sade fue un enfermo, pero tuvo una enfermedad que rebasó los marcos de su individualidad, que proyectaba y a la vez representaba la parte más carcomida de la sociedad de su época.

Afortundamente, al paso del tiempo se le ha dado la divulgación que se merece y hoy puede servir aparte de entrener para comprender lo oculto de los instintos de todo ser civilizado. He aquí un fragmento: El remordimiento es una estupidez y el no atreverse a hacer lo que puede sernos útil o agradable es pusilanimidad(...). No hay que creer que sea la belleza de la mujer lo que mejor excita el espíritu de un libertino, sino mas bien la especie de crimen que las leyes han atribuido a su posesión(...). La necesidad de hacerse mutuamente felices solo puede existir legalmente entre dos seres igualmente provistos de la facultad de perjudicarse, y por consiguiente dos seres de una misma fuerza.

sábado, 12 de octubre de 2013

*

Cuando estoy acostado, boca abajo, empiezan a brotar ideas como los gremlins y me digo esto es hermoso, es doloroso también pero es hermoso. tengo que ir a mi blog, apuntarlo, no sé si alguna vez alguien lo lea, pero es un desahogo y no me levanto y queda asi solo pasa una sensación de y bueno.... que más da

jueves, 10 de octubre de 2013

ABC


 
Escribo un texto, unas palabras...
crecí en un mundo donde las palabras eran joyas
para mi siguen siendo
unas son  ocre
otras brillosas y la mayoría son comunes.

Pienso y escribo
mientras escribo pienso también
no tengo a veces el preciso vocablo
las malditas gozan al ver lo atarantantado que me pongo
para seleccionarlas,
a veces digo que uso mal la palabra.
Si no la uso de forma adecuada provocará una interpretación
incorrecta. 

Ofrezco una disculpa
por si tuvo alguna un efecto negativo
un resultado adverso
me sincero y me disculpo
lamento la ofensa, las palabras tienen un significado
real y otro figurado
un entendemiento según la percepción del que las lee.

No es igual que yo mismo me lea
porque quiza lo que estoy sacando desde dentro sea veneno
y a otros puede resultarle elixir.

Por falta de constancia y disciplina
constancia y talento
valor y cultura
no me destaco como escritor, orador
o conversante
me pega fuerte que maluse ciertas palabras
las quisiera en ese instante desraizar de un presente
que va lejos.

La consigna es aprender más
y soportar que de al diario soportaremos
los errores de atrevernos o no, a usarlas.

sábado, 5 de octubre de 2013

Ligero muchachita, ligero.


* Foto:  de negro Mamá Eve (Qepd)

Cada mañana mi hermana y yo corríamos a la casa contigua que era la misma casa, esperábamos que aún estuviese hecho el fuego de la leña y el comal caliente, para degustar de las tortillas de maiz, preparadas a mano por mi abuela Evelia González Muñoz.

No hacía falta que nadie nos hablara de ella, de sus andanzas, si era para nosotros toda su estampa, su temple, sus agallas.

Mujer de mucho dinamismo, diligente, empeñosa.

A toda hora,  cruzábamos la falsa división que separaba la suya de la casa de mis padres y que más tarde mis abuelos, hubieron  de vender un pasillo, dividiendo definitivamente las construcciones.

¿Que lección nos daba?.

- Estar concentrado, haciendo todo, pero concentrado.

Su ejemplo fue de más hechos menos palabras. Cuando alguien dudaba, ella ya había si no logrado en su totalidad la accción, intentado dos o tres alternativas.

Su esposo, nuestro abuelo, llegaba tarde del trabajo, sin pretexto que valiese, únicamente que había ido por los respectivos tragos del tequila cuervo y que a veces aún llevaba en la bolsa el frasco delator.

Menos discusión y más acción, era el festín bañarlo  o mejor dicho regarlo con la ropa puesta, con la manguera a chorro, en la banqueta mientras él gateaba para librarse de esa fuerza.

Más tarde  la conciliación, las inacabables tazas de café, con tortilla y chilmól, o  cuando era quincena, los platanos fritos abundantes al centro de la mesa.

Y los coros entonados a duo, "pajarillo barranqueño" y "Soy un  pobre venadito".

Saber, saber, saber ; ligero mamacita, ligero; ay no tatita.

Trascendental su figura, imponente su presencia, Evelia, Evelita.

Abuela nuestra, tia de muchos, hermana de todos.

Incansable guerrera irredimible,  sus ojos, sus manos y toda ella, por fin a salvo del trabajo.

Frente a su féretro sus primeros nietos: mi hermana y yo, compartimos la serenidad que nos transmite su rostro, hablamos de su legado y  de aquellos días en que vale la pena recordad, no los de hoy.

Al sentarnos y consumir la bebida típica de los velorios, Sandry, accidentalmente bota su vaso... le digo, mmmm te está tu abuela viendo, y diciendo, andale Sandrita, Apurate mijita, apurate ligero mija, ligero, andá traer el trapeador y limpias esa agua, y de paso, recoges todos los vasos usados y arreglás un poquito los trastes de la cocina que ya se están desachirando.  Sorprendida me ve y rie.

Hoy la enterramos, hoy a los ochenta y tantos. Descanse en Paz.